ITINERARIO AUTOGUIADO

Larario

 

Las familias romanas contaban con la protección de dioses que velaban las propiedades domésticas. Existían tres tipos de dioses protectores del hogar. Los Lares, protectores de la familia, representados por pequeñas estatuillas a las que realizaban ofrendas y rendían culto en altares llamados Lararios, que se ubicaban habitualmente en el atrio de la casa. 

Así mismo, recibían la protección de sus antepasados, los Manes, que los contemplaban desde el inframundo y que contribuían a la protección del legado familiar. 

Por último, contaban con los Penates, encargados de proteger la despensa de la casa. En la antigüedad, ésta era una de las mayores preocupaciones, ya que no contaban con la actual tecnología que facilita la conservación de los alimentos.