ITINERARIO AUTOGUIADO

1.- Las Murallas

Las ciudades romanas solían estar amuralladas, sobre todo en las fronteras del Imperio. En ellas se abrían al menos cuatro puertas de entrada orientadas a los puntos cardinales, dando acceso a las avenidas principales de la ciudad: Cardo Máximo o eje norte/sur y Decumano Máximo o eje este/oeste. La confluencia de ambas avenidas albergaba el foro de la ciudad.

En torno a estas puertas, y siempre extramuros, se localizaban los cementerios o necrópolis.
En el caso de Itálica, los edificios que albergaban grandes espectáculos y requerían de un amplio aforo, se encontraban de igual modo fuera del recinto amurallado, lo que facilitaba la logística asociada a los mismos. 

Las murallas