ITINERARIO AUTOGUIADO
3.- TENDERETES
Muchas ciudades romanas contaban con mercados, los macella, edificios en los que se ofrecían artículos de venta muy variados. Desde frutas, carnes y pescado, a telas o calzado. Junto a ellos no faltaban las numerosas tabernas, locales comerciales ubicados en la planta baja de los edificios que ofrecían puntual servicio a los vecinos.
Esta fértil actividad comercial se completaba con la venta ambulante y con puestos desmontables, como los que podemos apreciar ante nosotros.
Algunos profesionales se reunían en gremios, como es el caso de los fruteros, que en este caso apoyaban abiertamente a su candidato a alcalde de la ciudad (como puede apreciarse en el grafito ubicado tras estos puestos).