ITINERARIO AUTOGUIADO
Atrio
Las casas romanas estaban diseñadas para preservar la intimidad del hogar, por esta razón, no se abrían ventanas hacia el exterior en las plantas bajas, por lo que la luz y la ventilación de la vivienda se conseguía a través del atrio, que servía de distribuidor hacia las diferentes estancias domésticas. Era habitual que en un espacio central del mismo se localizara una pequeña alberca o impluvium, que recogía el agua de lluvia y lo canalizaba hacia una cisterna que la almacenaba para su uso posterior.
Estos patios no solían contar con elementos vegetales. Los jardines se localizaban en el peristilo, un jardín porticado de influencia griega muy utilizado en la conformación de los grandes palacios de Itálica.